sábado, 23 de octubre de 2010

Conceptos aplicables a cualquier raza a juzgar por D.Francisco Ranea Munill juez especialista y criador en Labrador Retriever

En primer lugar y antes de entrar en valoraciones de partes concretas hay varias consideraciones que entiendo son de vital importancia.

a) Para mí quizás lo más importante, es la diferencia de sexo.
A distancia considerable el juez debe constatar la masculinidad en el macho y la feminidad en una hembra.
Créanme que esto tiene una importancia capital en el juicio de cualquier raza.
Por muy correcto que sea un ejmeplar, si no presenta una impronta definida en el sexo, no estaré en disposición de otorgarle la calificacion excelente.
Estamos acostumbrados a oir a algunos criadores que la forma más fácil de producir machos potentes es utilizar hembras masculinas para las crias.
Yo, sin entrar a desmentir tal afirmación entre otras cosas porque tiene su base de certeza, o puedo estar de acuerdo con esta práctica. La cria no puede basarse en buscar camadas de machos y hembras.
La cria es algo bastante más complejo y debe estar basada en el estudio genético, la concomitancia de defectos)que los progenitores no presenten los mismos problemas, ni tratar de compensarlos: un macho hiperangulado cruzado con una hembra falta de angulación nos dará
cachorros con un problema u otro, pero nunca correctos)
En la genética, salvo caracteres muy concretos, no existe la ley de las compensaciones a pesar de que es una creencia tan generalizada como falsa, la armonia en el tipo (aunque pudiéramos pensar que los pedigríes son adecuados para el cruce, si el macho
y la hembra no representan un tipo, olvidémonos de los papeles, con toda probabilidad no saldrá lo que buscamos) y otras muchas consideraciones en las que no me voy a extender, pero nunca he sido partidario de tomar atajos porque estos supongan el camino más corto. Es verdad que existen sementales
y reproductoras importantes en la cría de cualquier raza,que son ejemplares con éxito en las exposiciones, pero esto no es la tónica general, siempre forman parte excepciones anecdóticas.





b) En segundo lugar, el ejemplar que tenemos delante debe emanar tipicidad.
Cuando un juez está concentrado en su trabajo, debe tener en su cerebro impresa la imagen de prototipo ideal(lógicamente esa imagen no es la misma para todos los jueces ya que, al igual que en los criadores, cada uno tiene su propio prototipo dentro de los márgenes que el estándar nos perimite interpretar) y el perro
que tenemos delante debe asimilarse los más posible a dicha imagen.
Por lo tanto la tipicidad forma parte de una valoración de conjunto y un buen ejemplar debe presentar dignamente la estampa de su raza.

c) En tercer lugar, la armonia en el conjunto
Yo digo que un perro es armónico cuando transmite la sensación de que no le sobra ni falta nada (en su conjunto), aunque después al valorarse por partes, lógicamente tenga sus defectos y cualidades.

d) Por último en la valoración global, la clase
Cuando hacemos una visión de conjunto delante de in grupo de perros, siempre hay algunos que nos llaman la atención de manera especial y a veces es una percepción subjetiva que no depende necesariamente de una buena presentación basada en una conducta adiestrada, sino que emana de la personalidad del perro.
Estos son los perros con clase. Hay personas bellas que no son atractivas, atractivas que no son bellas y lógicamente bellas y atractivas, bien pues el atractivo se puede asi,ilar a la clase y a la calidad a la belleza. Pero son cosas distintas.










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